Cuando escuchamos hablar de la leche de magnesia, nuestra mente la relaciona inmediatamente con la acidez de estómago. Esto se debe a su eficacia a la hora de tratar problemas de indigestión y estreñimiento, su principal función.
Sin embargo, la leche de magnesia tiene otras características que la convierten un producto multifuncional y de gran utilidad en tratamientos de belleza.
Una de las caras menos conocida de la leche de magnesia, es el efecto matificante que ejerce en las pieles grasas. Este compuesto líquido, que al tacto no es tan espeso como una crema, es ideal para aquellas personas que quieren acabar con esos molestos brillos en la cara, resultado de un exceso de grasa en la piel. Este efecto anti-grasa sirve, a su vez, para tratar la caspa mediante la realización de masajes en el cuero cabelludo.